Alicia Winters, misionera y maestra de la vida
05/07/2017 16h35 - última modificação 07/08/2017 09h20
Conocí a Alicia cuando decidí buscar donde hacer estudios bíblicos nocturnos. No los podía hacer en el día por causa de mi trabajo como educador. Acababa de iniciar el proceso de formación teológica con el programa a distancia del Seminario Bíblico Latinoamericano de San José de Costa Rica…eran los años de 1985-1986…Fui al Seminario Teológico Presbiteriano de Bogotá a hacer un curso presencial nocturno, precisamente el que correspondía a uno de los módulos a distancia: Introducción a Antiguo Testamento con el profesor menonita Laverne Rutschman. Estando en esas supe de la próxima venida al seminario de la profesora Alicia Winters para enseñar hebreo. Logré convencer a Francisco Reyes (Pacho), quien hacía parte del equipo de teología popular de Dimensión Educativa, para que lo hiciéramos juntos. Así fue como conocimos a Alicia y como muy pronto nos contagiamos de su entusiasmo por el hebreo, por el Antiguo Testamento, por las teorías de Norman Gottwald sobre el antiguo Israel liberado, por una nueva mirada del papel de las mujeres en la caminada del pueblo de Dios… Todo ello coincidía plenamente con lo que estábamos haciendo junto a las CEBs de Bogotá… ¡pero dándonos mayor hondura y criticidad en cuanto a la lectura de la biblia con las comunidades!
En 1986 Alicia logra “traer” a Gottwald al Seminario Presbiteriano….y aquello fue lo máximo!!! En 1979 la editorial Orbis de los Maryknoll de Nueva York había publicado su “clásico”: The Tribes of Yahweh: A Sociology of the Religion of Liberated Israel, 1250-1050 B.C.E. y Alicia se había empeñado en hacer su traducción al español … No dudo al afirmar que la primera generación de biblistas populares en Colombia nos formamos en las teorías del Israel Liberado gracias a la docencia bíblica de Alicia y a su formidable traducción de “Las Tribus”. Así que al encontrarnos “cara-a-cara” con Gottwald y escuchar sus conferencias, nos fue imposible dejar de sentir una inmensa admiración por quien nos abría un camino nuevo de lectura e interpretación de los orígenes de nuestra fe. ¡Camino que encontramos “coincidente” con nuestra caminada de fe en medio de las luchas populares latinoamericanas!
Luego partí a hacer el Curso Intensivo de Biblia – CIB – en São Paulo (Brasil) en 1988 organizado por el Centro Ecuménico de Estudios Bíblicos – CEBI y coordinado por Frei Carlos Mesters (católico) y Milton Schwantes (luterano). Regresando y con todo el entusiasmo encima, nos propusimos junto con Alicia, con César Baratto, quien por la época trabajaba en el Cinep (Centro de Investigación y Educación Popular) de los jesuitas, y el equipo de teología popular de Dimensión Educativa, convocar el primer encuentro de experiencias de lectura popular de la Biblia en Colombia. Evento que se realizó del 31 de marzo al 2 de abril de 1989 en el Cinep. El camino se abrió y los encuentros se sucedieron de ahí en adelante durante una década. Alicia acogió, animó, acompañó, enseñó, promovió el nuevo espacio ecuménico con el ardor, la alegría y el entusiasmo que siempre la caracterizó.
El CIB fue fruto de la larga caminada del CEBI en Brasil. Con el apoyo de la Red de Centros Ecuménicos Latinoamericanos REDLA se creó con el fin de cualificar asesoras y asesores que estuvieran al servicio de la lectura popular de la biblia en las iglesias. Alicia fue asesora de muchos de estos cursos que partir de 1992 se comenzó a hacer en diferentes países de nuestro continente. Hasta se llegó a pensar la posibilidad de hacer un mini-CIB de un mes en inglés para la gente de las Antillas. Ahí estaba Alicia junto con Jorge Pixley impulsado. Lamentablemente este sueño nunca se logró hacer realidad.
Fruto también de la REDLA es la creación de la Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana RIBLA bajo la coordinación de Milton Schwantes junto con un grupo pionero de biblistas profesionales articulados a la lectura popular de la Biblia. El primer número sobre hermenéutica de la liberación fue publicado en 1988. Muy pronto Alicia comenzó a participar activamente en este grupo llegando a articular a las y los biblistas de la región andina quienes fueron los responsables de publicar el número 9 de Ribla sobre “Opresión y Liberación” (1991). De ahí en adelante Alicia estará presente de manera asidua. Resaltamos algunos de sus artículos de hondo impacto en la formación de las comunidades:
“La memoria subversiva de una mujer. II Samuel 21,1-14”: Ribla 13 (1992) 77-86
“Una vasija de aceite: Mujer, deudas y comunidad (II Reyes 4:1-7)”: Ribla 14 (1993) 53- 59
“La mujer en el Israel pre-monárquico”: Ribla 15 (1993) 19-33
“El goel en el Antiguo Israel”: Ribla 18 (1994) 19-29
Quienes hicimos el primer CIB en 1988 en Brasil propusimos que éste fuera itinerante por los caminos de América Latina y el Caribe enriqueciéndolo con los diversos y particulares aportes locales. Fue así como logramos que en 1992 se realizara en Colombia en coordinación con la red de experiencias bíblicas ecuménicas y con un equipo de dirección constituido por Alicia Winters y Francisco Reyes (Pacho). No hacía mucho que Alicia se había traslado a Barranquilla, nueva sede del Seminario Teológico Presbiteriano, razón por la cual propuso que el CIB se realizara allí. No fue fácil hacernos a la idea. ¿Un curso intensivo ecuménico y latinoamericano…en Barranquilla? ¿Durante seis meses? Tradicionalmente se pensaba que los lugares idóneos serían Bogotá o Medellín. Sin embargo el desafío planteado por Alicia nos ponía frente a la opción por la “periferia teológica” constituida en este caso por el mundo afro-caribeño…. Neftali Vélez (por el Cinep) y mi persona (por Dimensión Educativa) – quienes también hacíamos parte del equipo de coordinación del CIB - no dudamos más y dimos el ¡“sí”!
El CIB se realizó en Barranquilla en el segundo semestre de 1992. El tema tenía que ver con los 500 años de resistencia indígena, campesina, negra y popular. Tomaron fuerza las hermenéuticas específicas junto con la idea de la articulación de un espacio de asesoría y acompañamiento para su desarrollo y profundización. Fue así como, una vez concluido el CIB, naciera en marzo de 1993 el Colectivo Ecuménico de Biblistas – CEDEBI – siendo Alicia impulsora y animadora hasta cuando decidió regresar a los Estados Unidos en 2011.
Alicia había llegado a Colombia en 1975 por un corto periodo vacacional, pero fue en 1977 que se vinculó como misionera de la Iglesia Presbiteriana después de haber hecho estudios en el Seminario Bíblico Latinoamericano (San José-Costa Rica). Inicialmente se vinculó como predicadora y formadora de líderes en la región del Urabá (Noroeste). En su momento y sin tener conciencia de ello, hacía parte de la estrategia de la iglesia para “erradicar” el comunismo y para hacer frente a la influencia considerada “peligrosa” del grupo de investigación y acción social “La Rosca” dirigido por los prominentes líderes presbiterianos Orlando Fals Borda y Gonzalo Castillo.
Gracias a su trabajo misionero y educativo por aldeas de Urabá fue surgiendo un instituto bíblico en Valencia (Córdoba) para la formación de líderes y la fundación de nuevas iglesias. Muy pronto desarrolló una sensibilidad especial por las mujeres campesinas y sus familias, con las que dio origen a equipos de trabajo en favor de su salud, educación y bienestar. Aquí puede estar, de una manera muy incipiente, las raíces de la hermenéutica bíblica feminista que paulatinamente desarrollará e impulsará a lo largo de su ministerio docente y pastoral.
A partir de 1982 se vinculará al Seminario Teológico Presbiteriano de Bogotá sin dejar del todo el Instituto Bíblico de Valencia. En este ir y venir y con su corazón impactado por la pobreza del pueblo y por la creciente violencia en Urabá comienza a leer y a traducir a Norman Gottwald: Las Tribus de Yavé (1989) y la Introducción socio-literaria a la biblia hebrea (1992). Este inmenso trabajo intelectual será otra de las “conversiones” de Alicia, a partir de la cual su lectura e interpretación de la biblia será marcada por la perspectiva sociológica.
Alicia fue rectora del seminario entre los años 87 al 91, convirtiéndose así en la primera mujer rectora en los seminarios evangélicos de América Latina. Desde Barranquilla despliega una intensa actividad itinerante como profesora en Bogotá, en Urabá y en diferentes países donde se realizaba el CIB, como animadora de la red ecuménica de experiencias bíblicas, como autora y difusora de la Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana, como conferencista y tallerista con grupos de mujeres y comunidades de base. A partir del año 2000 participa en la organización de la Corporación Universitaria Reformada – CUR – en donde además de continuar enseñando Antiguo Testamento, consolidará el programa de teología en donde permanecerá hasta el año de 2011.
Alicia tuvo la sabiduría de articular el saber bíblico popular con el saber bíblico académico, camino nada fácil de transitar para cualquier profesional, pero para ella este arte fluía de manera admirable como si fuera una cualidad innata. Combinaba con maestría una discusión exegética con una historia de resistencia campesina. Hizo de la narrativa ágil y graciosa su principal herramienta para la didáctica bíblica, logrando rápidamente la atención y la introyección entre sus interlocutores, especialmente entre las mujeres a las que les dedicaba especial cuidado pedagógico-pastoral. Hasta la enseñanza de una palabra en hebreo se convertía en un verdadero “pretexto” para entrar y conocer las innumerables luchas sociales que se haya en su raíz, lugar donde entreveraba la acción liberadora de Dios y su justicia.
Según testimonio de la teóloga y pastora presbiteriana Mary Luz Reyes, discípula de Alicia en Barranquilla, nunca ella hizo alarde de su condición de ciudadana de los Estados Unidos, todo lo contrario, en el homenaje de despedida dijo que “Mi única casa es Colombia, en Estados Unidos no tengo nada”. Sin embargo tuvo que partir en contra de su voluntad debido a sus graves problemas de salud, los que debía asumir en territorio estadunidense pues ya había sido jubilada por el servicio social de allá y no tenía más opción que partir. Esto fue muy doloroso para la comunidad educativa de la CUR y especialmente para ella. Dice Mary Luz que la vio llorar amargamente en sus últimos días en Colombia.
En la actualidad Alicia se encuentra en un hogar gerontológico presbiteriano en Estados Unidos desde donde continúa haciéndose preguntas, suscitando nuevas inquietudes entre quienes la visitan, desbordando su corazón en carcajadas de buen humor - como siempre salpicado de versículos bíblicos - con lo que logra hacer de cada momento, por insignificante que sea, una oportunidad para aprender y enseñar la esencia de la fe bíblica: el amor eficaz al prójimo, preferencialmente los más pobres y excluidos.
Fernando Torres Millán
KairEd- Bogotá (Colombia)
26-06-17